Me prometí a mi misma no volver a hacer ruido cuando decidiera marcharme y a pesar de que a tu vida entre con la más alegre de mis melodías, queriendo darte lo mejor de mi y compartirlo contigo, al pasar de los días y los años me fui desvaneciendo, cada vez quedaba menos de aquella niña feliz que tanto quiso tenerte a su lado.
Me costó admitirlo pero no me hacías bien, me hiciste olvidarme de mi, me hiciste dejar de quererme cuando tú dejaste de hacerlo.
Todo eso que me hacías y dejabas de sentir se reflejaba en mi hasta que aquel día no pude más.
Me fui como cuando llegas tarde a casa y caminas de puntillas para no despertar a nadie, me fui muy lentamente para asegurarme de no regresar, me fui de ti, de mi y me aseguré de cerrar la puerta detrás de mi y tirar para siempre la llave.
Si algún día te das cuenta que me he marchado ya sabrás que es demasiado tarde para ti. Yo finalmente me habré encontrado, habré sanado y habré aprendido la lección: nunca dejaré que alguien se lleve lo mejor de mi cuando ni siquiera está al tanto de lo que sostiene entre sus manos.
Gabriela Garcia
@BitacoraDeUnaEstrella
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