viernes, 24 de noviembre de 2017

PERDER - MYRIAM IMEDIO


He perdido la inocencia en una cama de noventa, a doscientos por hora, olvidando las horas. He perdido los zapatos una noche de fiesta y me he reído al andar descalza cuando he perdido la vergüenza. He perdido las llaves que abrían su puerta. Y el abrigo, y he sentido el frío de la madrugada ahogada en un reloj. He perdido alguna lágrima en un taxi de vuelta y más de un beso fugaz en uno de ida. He perdido el turno, días felices, aquel mapa que indicaba el camino, la hoja de ruta que diseñé con cariño y una mirada que era combustible del que te hace volar.



He perdido el norte por buscar nuevas direcciones. He perdido el tren y el barco y el faro y me he comido las olas a pares y la sal a puñados, esa sal que escuece en la herida. He perdido la ilusión delante de la pantalla del ordenador. Y la respiración cuando una despedida me ha dibujado el temblor de un adiós. He perdido el orgullo enviando un mensaje absurdo de WhatsApp. He perdido las formas y los papeles en una sala llena de gente a golpe de impotencia y dolor del que rompe las entrañas. He perdido todas las carreras que no he empezado y algunas palabras que me he tragado queriendo y sin querer. He perdido el aliento en una decisión de esas que te cierran los ojos y los puños. Y me he perdido un baile lento con alguien que tenía prisa.

Sí. Confieso que perdí la cordura en aquel último abrazo. Sí. Confieso que he perdido más de lo que he ganado, pero aprendiendo a perder… se gana. Te lo prometo.

Bitácora de una Estrella - Dora Díaz



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