Por: Male Capetillo
Me he sentado a tomar un café conmigo misma frente al espejo y me descubrí alzándome la ceja como siempre, entonces me dije a mi misma que ya estuvo bueno de ser tan dura a veces y que deberíamos probar, simplemente, perdonarme.

Mi misma, me dije, debemos aprender a soltar, a dejar ir, a perdonar. Debemos hacer frente común contra el mundo que no está en nuestra contra, simplemente es el mundo y la gente es gente, con lo bueno y con lo malo, a veces solo estamos parados en el camino equivocado con alguien que viene a todo pulmón y nos arrasa sin miramientos. No hay explicaciones ni justificaciones, es así…. sucede.
Mi misma, sabes, necesito tu apapacho, tu abrazo, tu complicidad, he aquí el trato. Menos reproches y más amor. Menos revivir el momento y más perdón. Y si me perdono? Ampliamente y de verdad, sin echarme en cara después mi errores, sin pensar en un problema toda la noche, sin sentir un punzada con un recuerdo corrupto cruzándonos la mente.
Y si me perdono mis errores y pasado?
Sí, me perdono, si me acepto y me corrijo, si me acomodo las piezas si me reseteo la memoria y el corazón…
Sí, me perdono.
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